By | 25/08/2021
Desde el centro de investigación MIT logran el avance más relevante de los últimos años

Perfeccionar la apreciación y el tacto de los materiales blandos es una de las secciones en los que más se está investigando en la actualidad. Las pinzas para robots requieren optimizar su desarrollo para amoldarse a las aplicaciones más rigurosas y delicadas.

En este ámbito el MIT de Massachusetts es uno de los lugares de investigación más desarrollados del mundo y acaba de anunciar uno de los avances más destacable de los últimos años en este campo. El equipo de investigadores ha desarrollado una pinza blanda llamada GelFlex que perfecciona, y en mucho, la capacidad de sentir de los brazos robóticos.

Lleva incorporado en los dedos de la pinza sensores y cámaras. Los datos que reúnen son enviados a un programa dirigido por Deep Learning, por lo que es una IA quien se ocupa de analizar tanto la colocación de los dedos como la percepción de la manipulación de los materiales. La pinza sensorizada es capaz de acoplarse a las dimensiones de las piezas sin estropearlas, averiguando el peso y la rigidez de los objetos.

Los análisis realizadas han mostrados datos concluyentes, en más del 90% de ocasiones, el robot ha conseguido identificar el objeto que estaba sujetando.  Con materiales rígidos, y en especial metálicos, la aplicación alcanza el 96 % de reconocimiento positivo de los objetos.

Estos avances aumentarán la percepción y la sensibilidad de los robots industriales ofreciendo un abanico de usos sorprendentes para el sector industrial y de servicios.