El envejecimiento de la población japonesa unido a su larga esperanza de vida (84 años) hacen que los servicios asistenciales, tanto humanos como robóticos, sean de gran necesidad. Pero también es sabido que la mano de obra escasea, y por eso el Instituto Riken creó el robot Robear, grande y fuerte como un oso, previamente llamado RIBA.
Robear es un robot asistente para personas mayores o aquellas que cuentan con problemas de movilidad. Su especialidad es simple, aunque totalmente necesaria: cargar a los pacientes, desde la cama o hacia la misma, con un poco de ayuda humana. Una de las labores del personal de enfermería más agotadora es la de cargar con el peso de los pacientes, ocasionando, en muchas ocasiones importantes dolores de espalda. Robear es uno de esos robots colaborativos que viene al rescate de las personas para liberárles de esa carga.
Desde su aparición en 2009 ha ido evolucionando y experimentando diferentes mejoras, como reducir su peso estructural (ha pasado de los 230 kilos en la segunda versión a los 140 kilos actuales) así como el tamaño de su base. El robot japones tiene unas piernas extensibles que impiden su caída a la hora de levantar a un paciente y necesitar mayor estabilidad y que se retraen cuando ya no son necesarias.
Sus articulaciones se pueden mover de forma rápida y precisa y ejecutar movimientos más suaves gracias a la incorporación de una serie de sensores. “Realmente esperamos que este robot conduzca a avances en el cuidado de enfermería, aliviando la carga de los cuidadores hoy”, comunicó Toshiharu Mukai, líder del equipo de investigación del proyecto.
Sin duda los robots sociales en japón son el futuro de la atención a nuestros mayores.
Te invitamos a que conozcas el Hotel robotizado Henn Na y la historia de los robots Anime.